3
Y di: Así dijo el Señor DIOS sobre Jerusalén: Tu habitación y tu raza fue de la tierra de Canaán; tu padre amorreo, y tu madre hetea
4
En cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para ablandarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas
5
No hubo ojo que se compadeciere de ti, para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste echada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste
6
Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y te dije: En tus sangres vivirás; te dije: En tus sangres vivirás
7
En diez millares, como la hierba del campo, te puse, y fuiste aumentada y engrandecida, y viniste a ser adornada grandemente; los pechos te crecieron, y tu pelo reverdeció; mas tú estabas desnuda y descubierta
8
Y pasé yo junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tus vergüenzas; y te di juramento, y entré en pacto contigo, dijo el Señor DIOS, y fuiste mía
9
y te lavé con aguas, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite
10
y te vestí de bordado, y te calcé de tejón, y te ceñí de lino, y te vestí de seda
11
Y te atavíe con ornamentos, y puse brazaletes en tus brazos, y collar a tu cuello
12
y puse cerquillos sobre tus narices, y zarcillos en tus orejas, y diadema de hermosura en tu cabeza
13
Y fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido fue lino, y seda, y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel, y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, y has prosperado hasta reinar
14
Y te salió renombre entre los gentiles a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dijo el Señor DIOS
15
Mas confiaste en tu hermosura, y fornicaste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras
16
Y tomaste de tus vestidos, e hiciste altares de diversos colores, y fornicaste en ellos; cosa semejante no vendrá, ni será así
17
Tomaste asimismo los vasos de tu hermosura de mi oro y de mi plata, que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre, y fornicaste con ellas
18
Y tomaste tus vestidos de diversos colores, y las cubriste; y mi aceite y mi perfume pusiste delante de ellas
19
Mi pan también, que yo te había dado, la flor de la harina, el aceite, y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para olor suave; y fue así, dijo el Señor DIOS
20
Además de esto, tomaste tus hijos y tus hijas que me habías engendrado, y los sacrificaste a ellas para consumación. ¿Es poco, esto de tus fornicaciones
21
Y sacrificaste mis hijos, y los diste a ellas para que los hicieran pasar por el fuego a ellas
22
Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones, ¿no te has acordado de los días de tu mocedad, cuando estabas desnuda y descubierta? Envuelta en tus sangres estabas
23
Y fue que después de toda tu maldad (¡ay, ay de ti! Dijo el Señor DIOS)
24
te edificaste alto, y te hiciste altar en todas las plazas
25
en toda cabeza de camino edificaste tu altar, y tornaste abominable tu hermosura, y abriste tus piernas a cuantos pasaban, y multiplicaste tus fornicaciones
26
Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, gruesos de carnes; y aumentaste tus fornicaciones para enojarme
27
Por tanto, he aquí que yo extendí sobre ti mi mano, y disminuí tu libertad, y te entregué a la voluntad de las hijas de los filisteos que te aborrecen, las cuales se avergüenzan de tu camino tan deshonesto
28
Fornicaste también con los hijos de Assur por no haberte saciado; y fornicaste con ellos, y tampoco te saciaste
29
Multiplicaste asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos; ni tampoco con esto te saciaste
30
¡Cuán inconstante es tu corazón, dijo el Señor DIOS, habiendo hecho todas estas cosas, obras de una poderosa ramera
31
edificando tus altares en cabeza de todo camino, y haciendo tus altares en todas las plazas! Y no fuiste semejante a ramera, menospreciando el salario
32
sino como mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos
33
A todas las rameras dan dones; mas tú diste tus dones a todos tus enamorados; y les diste presentes, para que entraren a ti de todas partes por tus fornicaciones
34
Y ha sido en ti al contrario de las mujeres en tus fornicaciones, ni nunca después de ti será así fornicado; porque en dar tú dones, y no ser dados dones a ti, ha sido al contrario
35
Por tanto, ramera, oye palabra del SEÑOR
36
Así dijo el Señor DIOS: Por cuanto han sido descubiertas tus vergüenzas, y tu confusión ha sido manifestada a tus enamorados en tus fornicaciones; y a los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste
37
por tanto, he aquí que yo junto todos tus enamorados con los cuales tomaste placer, y todos los que amaste, con todos los que aborreciste; y los reuniré contra ti alrededor, y les descubriré tu vergüenza, y verán toda tu desnudez
38
Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y de las que derraman sangre; y te daré en sangre de ira y de celo
39
Y te entregaré en mano de ellos; y destruirán tu alto, y derribarán tus altares, y te harán desnudar de tus ropas, y se llevarán los vasos de tu gloria, y te dejarán desnuda y descubierta
40
Y harán subir contra ti reunión de gente, y te apedrearán con piedras, y te atravesarán con sus espadas
41
Y quemarán tus casas a fuego, y harán en ti juicios a ojos de muchas mujeres; y te haré cesar de ser ramera, ni tampoco darás más don
42
Y haré reposar mi ira sobre ti, y se apartará de ti mi celo, y descansaré de enojarme más
43
Por cuanto no te acordaste de los días de tu juventud, y me provocaste a ira en todo esto, por eso, he aquí yo también he tornado tu camino sobre tu cabeza, dijo el Señor DIOS; pues ni aun has pensado sobre todas tus abominaciones