13
Pero todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la luz, pues todo lo que se hace visible es luz.
14
Por esta razón dice: Despierta, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.
15
Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios,
16
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
17
Así pues, no seáis necios, sino entended cuál es la voluntad del Señor.
18
Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu,
19
hablando entre vosotros con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con vuestro corazón al Señor;
20
dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre;
21
sometiéndoos unos a otros en el temor de Cristo.
22
Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor.
23
Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo.