26
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo
27
ni deis lugar al diablo
28
El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad
29
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia a los oyentes
30
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención
31
Toda amargura, enojo, ira, gritería, y maledicencia sea quitada de vosotros y toda malicia
32
antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en el Cristo