18
Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón:
19
Los cuales después que perdieron el sentido de la conciencia, se entregaron á la desvergüenza para cometer con avidez toda suerte de impureza.
20
Mas vosotros no habéis aprendido así á Cristo:
21
Si empero lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, como la verdad está en Jesús,
22
A que dejéis, cuanto á la pasada manera de vivir; el viejo hombre que está viciado conforme á los deseos de error;
23
Y á renovarnos en el espíritu de vuestra mente,
24
Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme á Dios en justicia y en santidad de verdad.
25
Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
26
Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo;
27
Ni deis lugar al diablo.
28
El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad.