1
Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados;
2
con toda humildad y mansedumbre, con tolerancia, soportando los unos a los otros en caridad;
3
solícitos a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
4
Hay un cuerpo, y un espíritu; como sois también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
5
un Señor, una fe, un bautismo,
6
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros.
7
Pero a cada uno de nosotros es dada la gracia conforme a la medida del don del Cristo.
8
Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.
9
(Y que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero en las partes más bajas de la tierra?