12
que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la república de Israel, y extranjeros a los Pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo
13
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre del Cristo
14
Porque él es nuestra paz, que de ambos hizo uno, deshaciendo la pared intermedia de separación
15
deshaciendo en su carne las enemistades, que eran la ley de los mandamientos en orden a ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz
16
y reconciliando a ambos con Dios por el madero en un mismo cuerpo, matando en ella las enemistades
17
Y vino, y anunció la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca
18
que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre
19
Así que ya no sois extranjeros y advenedizos, sino juntamente ciudadanos con los santos, y domésticos de Dios
20
sobreedificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo la principal piedra del ángulo, Jesús, el Cristo
21
en el cual, compaginado todo el edificio, va creciendo para ser un Templo Santo en el Señor
22
en el cual vosotros también sois juntamente edificados, por morada de Dios en el Espíritu