22
porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces.
23
Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Me haré sabio; mas ella se alejó de mí.
24
Lejos está lo que fue; y lo muy profundo ¿quién lo hallará?
25
Yo he rodeado con mi corazón por saber, y examinar, e inquirir la sabiduría, y la razón; y por saber la maldad de la locura, y el desvarío del error;
26
y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es redes y lazos; y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará preso en ella.
27
He aquí, esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón;
28
lo que aún busca mi alma, y no encuentro: un hombre entre mil he hallado; mas mujer de todas éstas nunca hallé.
29
He aquí, solamente he hallado esto: que Dios hizo al hombre recto, mas ellos buscaron muchas perversiones.