13
Considera la obra de Dios: porque ¿quién puede enderezar lo que El ha torcido?
14
Alégrate en el día de la prosperidad, y en el día de la adversidad considera: Dios ha hecho tanto el uno como el otro para que el hombre no descubra nada que suceda después de él.
15
He visto todo durante mi vida de vanidad: hay justo que perece en su justicia, y hay impío que alarga su vida en su perversidad.
16
No seas demasiado justo, ni seas sabio en exceso. ¿Por qué has de destruirte?
17
No seas demasiado impío, ni seas necio. ¿Por qué has de morir antes de tu tiempo?
18
Bueno es que retengas esto sin soltar aquello de tu mano; porque el que teme a Dios se sale con todo ello.
19
La sabiduría hace más fuerte al sabio que diez gobernantes que haya en una ciudad.
20
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.
21
Tampoco tomes en serio todas las palabras que se hablan, no sea que oigas a tu siervo maldecirte.
22
Porque tú también te das cuenta que muchas veces has maldecido a otros de la misma manera.
23
Todo esto probé con sabiduría, y dije: Seré sabio; pero eso estaba lejos de mí.