1
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento.
2
Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del convite; porque aquello es el fin de todos los hombres; y el que vive se advertirá.
3
Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.
4
El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los locos, en la casa del placer.
5
Mejor es oír la reprensión del sabio, que la canción de los locos.
6
Porque la risa del loco es como el estrépito de las espinas debajo de la olla. Y también esto la risa o la prosperidad del loco es vanidad.
7
Ciertamente la opresión hace enloquecer al sabio; y la dádiva corrompe el corazón.
8
Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
9
No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque la ira reposa en el seno de los locos.