6
No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se aíre a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos
7
Porque los sueños abundan, y las vanidades y las palabras son muchas; mas tú teme a Dios
8
Si violencias de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de esta licencia; porque alto está mirando sobre alto, y uno más alto está sobre ellos
9
Y mayor altura hay en todas las cosas de la tierra; mas el que sirve al campo es rey
10
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad
11
Cuando los bienes se aumentan, también se aumentan los que los comen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos
12
Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o coma poco; mas al rico no lo deja dormir la abundancia
13
Hay otra enfermedad maligna que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal
14
las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron nada les queda en la mano
15
Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano
16
Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar al viento