9
Porque la parte de Jehová es su pueblo; Jacob la cuerda de su heredad.
10
Hallólo en tierra de desierto, Y en desierto horrible y yermo; Trájolo alrededor, instruyólo, Guardólo como la niña de su ojo.
11
Como el águila despierta su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas:
12
Jehová solo le guió, Que no hubo con él dios ajeno.
13
Hízolo subir sobre las alturas de la tierra, Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, Y aceite del duro pedernal;
14
Manteca de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Basán; también machos de cabrío, Con grosura de riñones de trigo: Y sangre de uva bebiste, vino puro.
15
Y engrosó Jeshurun, y tiró coces: Engordástete, engrosástete, cubrístete: Y dejó al Dios que le hizo, Y menospreció la Roca de su salud.
16
Despertáronle á celos con los dioses ajenos; Ensañáronle con abominaciones.
17
Sacrificaron á los diablos, no á Dios; A dioses que no habían conocido, A nuevos dioses venidos de cerca, Que no habían temido vuestros padres.
18
De la Roca que te crió te olvidaste: Te has olvidado del Dios tu criador.
19
Y vió lo Jehová, y encendióse en ira, por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas.