18
Pero yo esconderé ciertamente mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos
19
Por tanto, escribíos este cántico, y enseñadle a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel
20
Porque yo le introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerá, y se saciará, y se engordará; y se volverá a dioses ajenos, y les servirán, y me enojarán, y anularán mi pacto
21
Y será que cuando le vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara por testigo, que no será olvidada de la boca de su simiente; porque yo conozco su ingenio, y lo que hace hoy antes que le introduzca en la tierra que juré
22
Y Moisés escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel
23
Y mandó a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate, que tú meterás los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo
24
Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en el libro hasta concluirse
25
mandó Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, diciendo
26
Tomad este libro de la ley, y ponedlo en un canto del arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti
27
Porque yo conozco tu rebelión, y tu cerviz dura; he aquí que aun viviendo yo hoy con vosotros, sois rebeldes al SEÑOR; y ¿cuánto más después que yo haya muerto
28
Congregad a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros alcaldes, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra