4
Será, pues, cuando hayas pasado el Jordán, que levantaréis estas piedras que yo os mando hoy, en el monte de Ebal, y las revocarás con cal
5
y edificarás allí altar al SEÑOR tu Dios, altar de piedras; no alzarás sobre ellas herramienta de hierro
6
De piedras enteras edificarás el altar del SEÑOR tu Dios; y ofrecerás sobre él holocaustos al SEÑOR tu Dios
7
y ofrecerás sacrificios de paz, y comerás allí; y te alegrarás delante del SEÑOR tu Dios
8
Y escribirás en las piedras todas las palabras de esta ley muy claramente
9
Y Moisés, con los sacerdotes levitas, habló a todo Israel, diciendo: Atiende y escucha, Israel: hoy eres hecho pueblo del SEÑOR tu Dios
10
Oirás, pues, la voz del SEÑOR tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te mando hoy
11
Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo
12
Estos estarán sobre el monte de Gerizim para bendecir al pueblo, cuando hayas pasado el Jordán: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín
13
Y éstos estarán para pronunciar la maldición en el monte de Ebal: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan, y Neftalí
14
Y hablarán los levitas, y dirán a todo varón de Israel en alta voz
15
Maldito el varón que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación al SEÑOR, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén
16
Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén
17
Maldito el que redujere el término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén
18
Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén
19
Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén
20
Maldito el que se acueste con la mujer de su padre; por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén
21
Maldito el que se ayunte con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén
22
Maldito el que se acueste con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén
23
Maldito el que se acueste con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén
24
Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén