6
Y lo que hizo con Dathán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió la tierra su boca, y tragóse á ellos y á sus casas, y sus tiendas, y toda la hacienda que tenían en pie en medio de todo Israel:
7
Mas vuestros ojos han visto todos los grandes hechos que Jehová ha ejecutado.
8
Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis esforzados, y entréis y poseáis la tierra, á la cual pasáis para poseerla;
9
Y para que os sean prolongados los días sobre la tierra, que juró Jehová á vuestros padres había de dar á ellos y á su simiente, tierra que fluye leche y miel.
10
Que la tierra á la cual entras para poseerla, no es como la tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu simiente, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza.
11
La tierra á la cual pasáis para poseerla, es tierra de montes y de vegas; de la lluvia del cielo ha de beber las aguas;
12
Tierra de la cual Jehová tu Dios cuida: siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin de él.
13
Y será que, si obedeciereis cuidadosamente mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando á Jehová vuestro Dios, y sirviéndolo con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma,
14
Yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo, la temprana y la tardía; y cogerás tu grano, y tu vino, y tu aceite.
15
Daré también hierba en tu campo para tus bestias; y comerás, y te hartarás.
16
Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis, y sirváis á dioses ajenos, y os inclinéis á ellos;