18
El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino, y la grandeza, y la gloria, y la hermosura.
19
y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones, y lenguas, temblaban y temían delante de él. A los que él quería mataba, y a los que quería daba vida; a los que quería engrandecía, y a los que quería humillaba.
20
Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en altivez, fue depuesto del trono de su reino, y traspasaron de él la gloria.
21
Y fue echado de entre los hijos de los hombres; y su corazón fue puesto con las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer, como a buey, y su cuerpo fue bañado con el rocío del cielo, hasta que conoció que el Altísimo Dios se enseñorea del reino de los hombres, y que pondrá sobre él al que quisiere.
22
Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto;
23
y contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su Casa, y tú y tus príncipes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos: además de esto, a dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera, y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben, diste alabanza; y al Dios en cuya mano está tu alma, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.
24
Entonces de su presencia fue enviada la palma de la mano que esculpió esta escritura.
25
Y la escritura que esculpió es : MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN.
26
La declaración del negocio es: MENE: Contó Dios tu reino, y lo ha rematado.
27
TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.
28
PERES: Tu reino ha sido roto, y es dado a los medos y a los persias.