14
Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección.
15
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, en la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
16
La palabra del Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos e himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor.
17
Y todo lo que hagáis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias al Dios y Padre por él.
18
Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor.
19
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis desapacibles con ellas.
20
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor.
21
Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se vuelvan de poco ánimo.
22
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios;
23
y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres;
24
estando ciertos que del Señor recibiréis el salario de herencia, porque al Señor Cristo servís.