2
Yo dormía, pero mi corazón velaba.¡Y oí una voz!¡Mi amado estaba a la puerta!«Hermana, amada mía;preciosa paloma mía,¡déjame entrar!Mi cabeza está empapada de rocío;la humedad de la noche corre por mi pelo».
3
Ya me he quitado la ropa;¡cómo volver a vestirme!Ya me he lavado los pies;¡cómo ensuciarlos de nuevo!
4
Mi amado pasó la manopor la abertura del cerrojo;¡se estremecieron mis entrañas al sentirlo!
5
Me levanté y le abrí a mi amado;¡gotas de mirra corrían por mis manos!¡Se deslizaban entre mis dedosy caían sobre la aldaba!
6
Le abrí a mi amado,pero ya no estaba allí.Se había marchado,y tras su voz se fue mi alma.Lo busqué, y no lo hallé.Lo llamé, y no me respondió.
7
Me encontraron los centinelasmientras rondaban la ciudad;los que vigilan las murallasme hirieron, me golpearon;¡me despojaron de mi manto!
8
Yo les ruego, mujeres de Jerusalén,que si encuentran a mi amado,¡le digan que estoy enferma de amor!