3
Tus labios, como un hilo de grana, Y tu habla hermosa; Tus sienes, como cachos de granada á la parte adentro de tus guedejas.
4
Tu cuello, como la torre de David, edificada para muestra; Mil escudos están colgados de ella, Todos escudos de valientes.
5
Tus dos pechos, como dos cabritos mellizos de gama, Que son apacentados entre azucenas.
6
Hasta que apunte el día y huyan las sombras, Iréme al monte de la mirra, Y al collado del incienso.
7
Toda tú eres hermosa, amiga mía Y en ti no hay mancha.
8
Conmigo del Líbano, oh esposa, Conmigo ven del Líbano: Mira desde la cumbre de Amana, Desde la cumbre de Senir y de Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los tigres.
9
Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has preso mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello.
10
¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, Y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas!
11
Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.
12
Huerto cerrado eres, mi hermana, esposa mía; Fuente cerrada, fuente sellada.
13
Tus renuevos paraíso de granados, con frutos suaves, De cámphoras y nardos,
14
Nardo y azafrán, Caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso; Mirra y áloes, con todas las principales especias.
15
Fuente de huertos, Pozo de aguas vivas, Que corren del Líbano.
16
Levántate, Aquilón, y ven, Austro: Sopla mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado á su huerto, Y coma de su dulce fruta.