7 El que venciere, recibirá todas las cosas por heredad; y yo seré su Dios, y él será mi hijo
8 Mas a los temerosos, e incrédulos, a los abominables, y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo de fuego y de azufre, que es la muerte segunda
9 Y vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete postreras plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven, yo te mostraré la Esposa, mujer del Cordero
10 Y me llevó en el espíritu a un gran y alto monte, y me mostró la gran Ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo de Dios
11 teniendo la claridad de Dios; y su lumbre era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal
12 Y tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel
13 Al oriente tres puertas; al aquilón tres puertas; al mediodía tres puertas; al poniente tres puertas
14 Y el muro de la Ciudad tenía doce fundamentos; y en ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero
15 Y el que hablaba conmigo, tenía una caña de oro, para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro
16 Y la ciudad está situada y puesta cuadrangular, y su largura es tanta como su anchura. Y él midió la Ciudad con la caña de oro, doce mil estadios; y la largura y la altura y la anchura de ella son iguales
17 Y midió su muro de ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel
18 Y el material de su muro era de jaspe; mas la Ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio
19 Y los fundamentos del muro de la Ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda
20 el quinto, sardónica; el sexto, sardónice; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista
21 Y las doce puertas son doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. Y la plaza de la Ciudad era de oro puro como vidrio muy resplandeciente
22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero
23 Y la Ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella; porque la claridad de Dios la ha alumbrado, y el Cordero es su lámpara
24 Y los gentiles que hubieren sido salvos andarán en la lumbre de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella
25 Y sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche
26 Y llevarán la gloria y la honra de los gentiles a ella
27 No entrará en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Apocalipsis 21:7 El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.

English Standard Version ESV

Revelation 21:7 The one who conquers will have this heritage, and I will be his God and he will be my son.

King James Version KJV

Revelation 21:7 He that overcometh shall inherit all things; and I will be his God, and he shall be my son.

New King James Version NKJV

Revelation 21:7 He who overcomes shall inherit all things, and I will be his God and he shall be My son.

Nueva Traducción Viviente NTV

Apocalipsis 21:7 Los que salgan vencedores heredarán todas esas bendiciones, y yo seré su Dios, y ellos serán mis hijos.

Nueva Versión Internacional NVI

Apocalipsis 21:7 El que salga vencedor heredará todo esto, y yo seré su Dios y él será mi hijo.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Apocalipsis 21:7 El que venciere, poseerá todas las cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Apocalipsis 21:7 El que venciere, recibirá todas las cosas por heredad; y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

Herramientas de Estudio para Apocalipsis 21:7-27