2
Pasad á Calne, y mirad; y de allí id á la gran Hamath; descended luego á Gath de los Palestinos: ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su término es mayor que vuestro término.
3
Vosotros que dilatáis el día malo, y acercáis la silla de iniquidad;
4
Duermen en camas de marfil, y se extienden sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los becerros de en medio del engordadero;
5
Gorjean al son de la flauta, é inventan instrumentos músicos, como David;
6
Beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José.
7
Por tanto, ahora pasarán en el principio de los que á cautividad pasaren, y se acercará el clamor de los extendidos.
8
El Señor Jehová juró por su alma, Jehová Dios de los ejércitos ha dicho: Tengo en abominación la grandeza de Jacob, y aborrezco sus palacios: y la ciudad y su plenitud entregaré al enemigo.
9
Y acontecerá que si diez hombres quedaren en una casa, morirán.
10
Y su tió tomará á cada uno, y quemarále para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquél: Calla que no podemos hacer mención del nombre de Jehová.
11
Porque he aquí, Jehová mandará, y herirá con hendiduras la casa mayor, y la casa menor con aberturas.
12
¿Correrán los caballos por las peñas? ¿ararán en ellas con vacas? ¿por qué habéis vosotros tornado el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajeno?
13
Vosotros que os alegráis en nada, que decís: ¿No nos hemos adquirido potencia con nuestra fortaleza?
14
Pues he aquí, levantaré yo sobre vosotros, oh casa de Israel, dice Jehová Dios de los ejércitos, gente que os oprimirá desde la entrada de Hamath hasta el arroyo del desierto.