14
Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así el SEÑOR Dios de los ejércitos será con vosotros, como decís
15
Aborreced el mal, y amad el bien, y poned juicio en la puerta; por ventura el SEÑOR, Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José
16
Por tanto, así dijo el SEÑOR, el Dios de los ejércitos, el Señor: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡ay! Y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que endechar supieren
17
Y en todas las viñas habrá llanto; porque pasaré por medio de ti, dijo el SEÑOR
18
¡Ay de los que desean el día del SEÑOR! ¿Para qué queréis este día del SEÑOR? Será de tinieblas, y no de luz
19
como el que huye de delante del león, y se topa con el oso; o si entrare en casa y arrimare su mano a la pared, y le muerda la culebra
20
¿No será el día del SEÑOR tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor
21
Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras asambleas
22
Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestros presentes, no los recibiré; ni miraré a los sacrificios pacíficos de vuestros engordados
23
Quita de mí la multitud de tus cantares, que no escucharé las salmodias de tus instrumentos
24
Antes corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo