22
En aquel tiempo dije también al pueblo: Cada hombre con su criado pase la noche dentro de Jerusalén, para que nos sirvan de guarda por la noche y de obrero por el día.
23
Ni yo, ni mis hermanos, ni mis mozos, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno llevaba su arma aun en el agua.