5
Tú por tanto vela en todo, trabaja, haz la obra del evangelista, cumple tu ministerio,
6
porque a mí ya me sacrifican, y el tiempo de mi desatamiento está cercano.
7
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
8
Desde ahora, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que desean su venida.
9
Procura venir pronto a mí,
10
porque Demas me ha desamparado, amando este siglo, y se ha ido a Tesalónica; Crescente a Galacia, Tito a Dalmacia.
11
Lucas sólo está conmigo. Toma a Marcos, y traéle contigo; porque me es útil para el ministerio.
12
A Tíquico envié a Efeso.
13
Trae, cuando vinieres, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo; y los libros, mayormente los pergaminos.
14
Alejandro el calderero me ha causado muchos males: Dios le pague conforme a sus hechos.
15
Guárdate tú también de él; que en grande manera ha resistido a nuestras palabras.