3
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo las orejas sarnosas, se amontonarán maestros que les hablan conforme a sus concupiscencias
4
y así apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas
5
Tú por tanto vela en todo, trabaja, haz la obra del evangelista, cumple tu ministerio
6
porque a mí ya me sacrifican, y el tiempo de mi desatamiento está cercano
7
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe
8
Desde ahora, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que desean su venida
9
Procura venir pronto a mí
10
porque Demas me ha desamparado, amando este siglo, y se ha ido a Tesalónica; Crescente a Galacia, Tito a Dalmacia
11
Lucas sólo está conmigo. Toma a Marcos, y traéle contigo; porque me es útil para el ministerio
12
A Tíquico envié a Efeso
13
Trae, cuando vinieres, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo; y los libros, mayormente los pergaminos