5
Y ellos respondieron al rey: Aquel hombre que nos destruyó, y que maquinó contra nosotros; asolaremos, que no quede nada de él en todo el término de Israel.
6
Dénsenos siete varones de sus hijos, para que colgarlos al SEÑOR en Gabaa de Saúl, el escogido del SEÑOR. Y el rey dijo: Yo los daré.
7
Y el rey perdonó a Mefi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el juramento del SEÑOR que hubo entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl.
8
Mas tomó el rey dos hijos de Rizpa hija de Aja, los cuales ella había dado a luz a Saúl, a saber , a Armoni y a Mefi-boset; y cinco hijos de Mical hija de Saúl, los cuales ella había dado a luz a Adriel, hijo de Barzilai meholatita;
9
y los entregó en manos de los gabaonitas, y ellos los colgaron en el monte delante del SEÑOR; y murieron juntos aquellos siete, lo cuales fueron muertos en el tiempo de la siega, en los primeros días, en el principio de la siega de las cebadas.
10
Tomando luego Rizpa hija de Aja un saco, se lo tendió sobre el peñasco, desde el principio de la siega hasta que llovió sobre ellos agua del cielo; y no dejó a ninguna ave del cielo asentarse sobre ellos de día, ni bestias del campo de noche.
11
Y fue dicho a David lo que hacía Rizpa hija de Aja, concubina de Saúl.
12
Entonces David fue, y tomó los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo, de los varones de Jabes de Galaad, que los habían hurtado de la plaza de Bet-sán, donde los habían colgado los filisteos, cuando deshicieron los filisteos a Saúl en Gilboa;
13
y tomó los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo; y juntaron también los huesos de los colgados,
14
y sepultaron los huesos de Saúl y los de su hijo Jonatán en tierra de Benjamín, en Sela, en el sepulcro de Cis su padre; e hicieron todo lo que el rey había mandado. Después se aplacó Dios con la tierra.
15
Y los filisteos volvieron a hacer la guerra a Israel, y David descendió y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó.