31
Entonces levantándose David, rasgó sus vestidos, y se echó en tierra, y todos sus siervos tenían rasgados sus vestidos
32
Y Jonadab, hijo de Simea hermano de David, habló y dijo: No diga mi señor que han matado a todos los jóvenes hijos del rey, ya que sólo Amnón ha muerto; porque en la boca de Absalón estaba puesto desde el día que Amnón forzó a Tamar su hermana
33
Por tanto, ahora no ponga mi señor el rey en su corazón tal palabra que dice: Todos los hijos del rey han muerto; porque sólo Amnón ha muerto
34
Absalón huyó luego. Entre tanto, alzando sus ojos el joven que estaba de atalaya, miró, y he aquí mucho pueblo que venía a sus espaldas por el camino hacia el monte
35
Y dijo Jonadab al rey: He allí los hijos del rey que vienen; porque así es como tu siervo ha dicho
36
Y cuando él acabó de hablar, he aquí los hijos del rey que vinieron, y alzando su voz lloraron. Y también el mismo rey y todos sus siervos lloraron con muy grandes lamentos
37
Mas Absalón huyó, y se fue a Talmai hijo de Amiud, rey de Gesur. Y David lloraba por su hijo todos los días
38
Y después que Absalón huyó y se fue a Gesur, estuvo allá tres años
39
Y el rey David deseó ver a Absalón; porque ya estaba consolado acerca de Amnón que había muerto