12
Entonces David dijo a Urías: Quédate aquí hoy también, y mañana te dejaré ir. Y se quedó Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente.
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Y David lo convidó a comer y a beber con él, y lo embriagó. Al anochecer Urías salió a acostarse en su cama con los siervos de su señor, pero no descendió a su casa.
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Y aconteció a la mañana siguiente que David escribió una carta a Joab, y la envió por mano de Urías.
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En la carta había escrito: Poned a Urías al frente de la batalla más reñida y retiraos de él, para que sea herido y muera.
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Así que cuando Joab asediaba la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que había hombres valientes.
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Y los hombres de la ciudad salieron y pelearon contra Joab, y algunos de los siervos de David cayeron, y murió también Urías heteo.
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Joab envió a informar a David de todos los sucesos de la guerra,
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y dio orden al mensajero, diciendo: Cuando hayas acabado de contar al rey todos los sucesos de la guerra,
20
si sucede que el furor del rey se enciende y te dice: "¿Por qué os acercasteis tanto a la ciudad para pelear? ¿No sabíais que dispararían desde el muro?
21
"¿Quién mató a Abimelec, hijo de Jerobaal? ¿No arrojó una mujer sobre él una muela de molino desde lo alto del muro de manera que murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis tanto al muro?" Entonces le dirás: "También tu siervo Urías heteo ha muerto."
22
Partió, pues, el mensajero, y llegó e informó a David todo lo que Joab le había enviado a decir.
23
Y el mensajero dijo a David: Los hombres prevalecieron contra nosotros y salieron al campo contra nosotros, pero los rechazamos hasta la entrada de la puerta.
24
Pero los arqueros tiraron contra tus siervos desde la muralla; y algunos de los siervos del rey han muerto, y también tu siervo Urías heteo es muerto.
25
Entonces David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: "No tengas pesar por esto, porque la espada devora tanto a uno como al otro; haz más fuerte tu combate contra la ciudad y destrúyela"; y tú aliéntale.
26
Al oír la mujer de Urías que su marido Urías había muerto, hizo duelo por su marido.
27
Cuando pasó el luto, David mandó traerla a su casa, y ella fue su mujer; y le dio a luz un hijo. Pero lo que David había hecho fue malo a los ojos del SEÑOR.