2
Y estuvo la ciudad cercada hasta el undécimo año del rey Sedequías.
3
A los nueve del mes prevaleció el hambre en la ciudad, que no hubo pan para el pueblo de la tierra.
4
Abierta ya la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey, estando los caldeos alrededor de la ciudad; y se fueron camino de la campiña.
5
Y el ejército de los caldeos siguió al rey, y lo tomó en las llanuras de Jericó, habiéndose esparcido de él todo su ejército.
6
Tomado, pues , el rey, le trajeron al rey de Babilonia a Ribla, y profirieron contra él sentencia.
7
Y mataron a los hijos de Sedequías en presencia suya; y a Sedequías sacaron los ojos, y atado con dos cadenas lo llevaron a Babilonia.
8
En el mes quinto, a los siete del mes, que era el año diecinueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de los de la guardia, siervo del rey de Babilonia.
9
Y quemó la Casa del SEÑOR, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las casas de los principales quemó a fuego.
10
Y todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia, derribó los muros de Jerusalén alrededor.
11
Y a los del pueblo que habían quedado en la ciudad, y a los que se habían juntado al rey de Babilonia, y a los que habían quedado del vulgo, lo trasportó Nabuzaradán, capitán de los de la guardia.
12
Mas de los pobres de la tierra dejó Nabuzaradán, capitán de los de la guardia, para que labrasen las viñas y las tierras.