3
Porque cuando fue confirmado en el reino, mató a sus siervos, los que habían dado muerte al rey su padre
4
mas no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, donde el SEÑOR mandó, diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su pecado
5
Juntó luego Amasías a Judá, y les puso tribunos y centuriones según las casas de sus padres por todo Judá y Benjamín; y los tomó por lista a todos los de veinte años para arriba; y fueron hallados en ellos trescientos mil escogidos para salir a la guerra, que tenían lanza y escudo
6
Y de Israel tomó a sueldo cien mil hombres valientes, por cien talentos de plata
7
Mas un varón de Dios vino a él, y le dijo: Rey, no vaya contigo el ejército de Israel; porque el SEÑOR no está con Israel, ni con todos los hijos de Efraín
8
Pero si tú vas, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está la fortaleza, o para ayudar, o para derribar
9
Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué pues se hará de cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: Del SEÑOR es darte mucho más que esto
10
Entonces Amasías apartó el escuadrón de la gente que había venido a él de Efraín, para que se fueran a sus casas; y ellos se enojaron grandemente contra Judá, y volvieron a sus casas encolerizados
11
Esforzándose entonces Amasías, sacó su pueblo, y vino al valle de la Sal; e hirió de los hijos de Seir diez mil
12
Y los hijos de Judá tomaron vivos otros diez mil, los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos
13
Pero los del escuadrón que Amasías había despedido, para que no fueran con él a la guerra, se derramaron sobre las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-horón, e hirieron de ellos tres mil, y tomaron un gran despojo