9
Entonces pasó Joram con sus príncipes, y consigo todos sus carros; y se levantó de noche, e hirió a Edom que le habían cercado, y a todos los príncipes de sus carros
10
Con todo eso Edom quedó rebelado, sin estar bajo la mano de Judá hasta hoy. También se rebeló en el mismo tiempo Libna para no estar bajo su mano; por cuanto él había dejado al SEÑOR el Dios de sus padres
11
Además de esto hizo lugares altos en los montes de Judá, e hizo que los moradores de Jerusalén fornicaran, y a ello impelió a Judá
12
Y le llegaron letras del profeta Elías, que decían así: El SEÑOR, el Dios de David tu padre, ha dicho así: Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá
13
antes has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que fornicara Judá, y los moradores de Jerusalén, como fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus hermanos, a la casa de tu padre, los cuales eran mejores que tú
14
he aquí el SEÑOR herirá tu pueblo de una gran plaga, a tus hijos a tus mujeres, y a toda tu hacienda
15
y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus entrañas, hasta que las entrañas se te salgan a causa de la enfermedad de cada día
16
Entonces despertó el SEÑOR contra Joram el espíritu de los filisteos, y de los árabes que estaban junto a los etíopes
17
y subieron contra Judá, e invadieron la tierra, y saquearon toda la hacienda que hallaron en la casa del rey, a sus hijos, y a sus mujeres; de modo que no le quedó hijo, sino Joacaz el menor de sus hijos
18
Después de todo esto el SEÑOR lo hirió en las entrañas con una enfermedad incurable
19
Y aconteció que, pasando un día tras otro, al fin, al cabo de dos años, las entrañas se le salieron por la enfermedad, muriendo así de enfermedad muy penosa. Y no le hizo quema su pueblo, como las había hecho a sus padres