25
Y viniendo Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas, y cuerpos muertos, y vestidos y vasos preciosos, los cuales tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días duró el despojo, porque era mucho
26
Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca (de la bendición); porque allí bendijeron al SEÑOR, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta hoy
27
Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén con gozo, porque el SEÑOR les había dado gozo de sus enemigos
28
Y vinieron a Jerusalén con salterios, arpas, y bocinas, a la Casa del SEÑOR
29
Y vino el pavor de Dios sobre todos los reinos de la tierra, cuando oyeron que el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel
30
Y el reino de Josafat tuvo reposo; porque su Dios le dio reposo por todas partes
31
Así reinó Josafat sobre Judá; de treinta y cinco años era cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi
32
Y anduvo en el camino de Asa su padre, sin apartarse de él, haciendo lo recto ante los ojos del SEÑOR
33
Con todo eso los lugares altos no eran quitados; pues el pueblo aun no había preparado su corazón al Dios de sus padres
34
Los demás hechos de Josafat, primeros y postreros, he aquí están escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual es hecha mención en el libro de los reyes de Israel
35
Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá se juntó con Ocozías rey de Israel, el cual fue dado a la impiedad