8
Porque aunque os contristé por la carta, no me arrepiento, aunque me pesó; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo os contristó.
9
Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para enmienda; porque habéis sido contristados según Dios, de tal manera que ninguna pérdida padecisteis por nuestra parte.
10
Porque el dolor que es según Dios, hace enmienda saludable, de la cual no hay que arrepentirse; pero el dolor del mundo obra muerte.
11
Porque he aquí esto mismo, que según Dios fuisteis contristados, ¿cuánta solicitud ha obrado en vosotros? ¡Qué defensa, qué enojo, qué temor, qué (gran) deseo, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.
12
Así que, aunque os escribí, no fue solamente por causa del que hizo la injuria, ni por causa del que la padeció, sino también para que os fuese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.
13
Por tanto, tomamos consolación de vuestra consolación, pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido recreado su espíritu por todos vosotros.
14
Y si algo me he gloriado para con él de vosotros, no he sido avergonzado; sino que así, como todo lo que habíamos dicho de vosotros era con verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fue hallada verdadera.
15
Y sus entrañas son más abundantes para con vosotros, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, y de cómo lo recibisteis con temor y temblor.
16
Así que me gozo de que en todo estoy confiado de vosotros.