7
Y oyendo los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los cardinales de los filisteos contra Israel. Lo cual cuando lo oyeron los hijos de Israel, tuvieron temor de los filisteos
8
Y dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros al SEÑOR nuestro Dios, que nos salve de la mano de los filisteos
9
Y Samuel tomó un cordero de leche, y lo sacrificó entero al SEÑOR en holocausto; y clamó Samuel al SEÑOR por Israel, y el SEÑOR le oyó
10
Y aconteció que estando Samuel sacrificando el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con Israel. Mas el SEÑOR tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los quebrantó, y fueron vencidos delante de Israel
11
Y saliendo los de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta que llegaron mas abajo de Bet-car
12
Tomó luego Samuel una piedra, y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó el SEÑOR
13
Fueron, pues, los filisteos humillados, y no vinieron más al término de Israel; y la mano del SEÑOR estuvo contra los filisteos todo el tiempo de Samuel
14
Y fueron restituidas a Israel las ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas, desde Ecrón hasta Gat, con sus términos; e Israel las libró de mano de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y el amorreo
15
Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió
16
Y todos los años iba y daba vuelta a Bet-el, a Gilgal, y a Mizpa, y juzgaba a Israel en todos estos lugares
17
Volvía después a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí también juzgaba a Israel; y edificó allí un altar al SEÑOR