21
Y vino David a los doscientos hombres que habían quedado cansados y no habían podido seguir a David, a los cuales habían hecho quedar en el arroyo de Besor; y ellos salieron a recibir a David, y al pueblo que con él estaba. Y cuando David llegó a la gente, los saludó con paz
22
Entonces todos los malos y los hijos de Belial de entre los que habían ido con David, respondieron y dijeron: Pues que no fueron éstos con nosotros, no les daremos de la presa que hemos quitado, sino a cada uno su mujer y sus hijos; los cuales tomen y se vayan
23
Y David dijo: No hagáis eso, hermanos míos, de lo que nos ha dado el SEÑOR; el cual nos ha guardado, y ha entregado en nuestras manos la compañía que vino sobre nosotros
24
¿Y quién os escuchará en este caso? Porque igual parte ha de ser la de los que vienen a la batalla, y la de los que quedan con el bagaje; que partan juntamente
25
Y desde aquel día en adelante fue esto puesto por ley y ordenanza en Israel, hasta hoy
26
Y cuando David llegó a Siclag, envió de la presa a los ancianos de Judá, sus amigos, diciendo: He aquí una bendición para vosotros, de la presa de los enemigos del SEÑOR
27
A los que estaban en Bet-el, y en Ramot al mediodía, y a los que estaban en Jatir
28
y a los que estaban en Aroer, y en Sifmot, y a los que estaban en Estemoa
29
y a los que estaban en Racal, y a los que estaban en las ciudades de Jerameel, y a los que estaban en las ciudades del ceneo
30
y a los que estaban en Horma, y a los que estaban en Corasán, y a los que estaban en Atac
31
y a los que estaban en Hebrón, y en todos los lugares donde David había estado con los suyos