24 y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea la iniquidad; mas te ruego que permitas a tu sierva que hable en tus oídos, y oye las palabras de tu sierva
25 No ponga ahora mi señor su corazón a aquel hijo de Belial, a Nabal; porque conforme a su nombre, así es. El se llama Nabal (loco), y la locura está con él; mas yo tu sierva no vi los criados de mi señor, los cuales tú enviaste
26 Ahora pues, señor mío, vive el SEÑOR y vive tu alma, que el SEÑOR te ha vedado que vinieras a derramar sangre, y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor
27 Y ahora esta bendición que tu sierva ha traído a mi señor, que sea dado a los criados que siguen a mi señor
28 Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta maldad; porque el SEÑOR de cierto hará casa firme a mi señor, por cuanto mi señor hace las guerras del SEÑOR, y mal no se ha hallado en ti en tus días
29 Bien que alguien se haya levantado a perseguirte y a buscar tu alma, con todo, el alma de mi señor será ligada en el haz de los que viven con el SEÑOR Dios tuyo, y él arrojará el alma de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda
30 Y acontecerá que cuando el SEÑOR hiciere con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te mandare que seas capitán sobre Israel
31 entonces, señor mío, no te será esto en tropiezo y turbación de corazón, el que hayas derramado sangre sin causa, y que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese pues mi señor, y cuando el SEÑOR hiciere bien a mi señor, acuérdate de tu sierva
32 Entonces dijo David a Abigail: Bendito sea el SEÑOR Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontraras
33 y bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has estorbado hoy el ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano
34 porque, vive el SEÑOR Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venirme al encuentro, de aquí a mañana no le quedara a Nabal meante a la pared

La Biblia de las Américas (Español) BLA

1 Samuel 25:24 Y se echó a sus pies y dijo: Señor mío, sólo sobre mí sea la culpa. Te ruego que permitas que tu sierva te hable, y que escuches las palabras de tu sierva.

English Standard Version ESV

1 Samuel 25:24 She fell at his feet and said, "On me alone, my lord, be the guilt. Please let your servant speak in your ears, and hear the words of your servant.

King James Version KJV

1 Samuel 25:24 And fell at his feet, and said, Upon me, my lord, upon me let this iniquity be: and let thine handmaid, I pray thee, speak in thine audience, and hear the words of thine handmaid.

New King James Version NKJV

1 Samuel 25:24 So she fell at his feet and said: "On me, my lord, on me let this iniquity be! And please let your maidservant speak in your ears, and hear the words of your maidservant.

Nueva Traducción Viviente NTV

1 Samuel 25:24 Cayó a sus pies y le dijo:
—Toda la culpa es mía en este asunto, mi señor. Por favor, escuche lo que tengo que decir.

Nueva Versión Internacional NVI

1 Samuel 25:24 Se arrojó a sus pies y dijo:—Señor mío, yo tengo la culpa. Deje que esta sierva suya le hable; le ruego que me escuche.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

1 Samuel 25:24 Y echóse á sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas ruégote hable tu sierva en tus oídos, y oye las palabras de tu sierva.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

1 Samuel 25:24 y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego que permitas a tu sierva que hable en tus oídos, y oye las palabras de tu sierva.

Herramientas de Estudio para 1 Samuel 25:24-34