7
Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió sus miles, y David sus diez miles
8
Y se enojó Saúl en gran manera, y desagradó esta palabra en sus ojos, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino
9
Y desde aquel día Saúl miró de través a David
10
al día siguiente aconteció que el espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y profetizaba dentro de su casa; y David tañía con su mano como los otros días, y estaba una lanza a mano de Saúl
11
Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David en la pared. Y dos veces se apartó de él David
12
Mas Saúl temía de David por cuanto el SEÑOR estaba con él, y se había apartado de Saúl
13
Lo apartó, pues, Saúl de sí, y le hizo capitán de mil; y salía y entraba delante del pueblo
14
Y David se conducía prudentemente en todo lo que hacía, y el SEÑOR estaba con él
15
Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él
16
Mas todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba delante de ellos
17
Y dijo Saúl a David: He aquí yo te daré a Merab mi hija mayor por mujer; solamente que me seas hombre valiente, y hagas las guerras del SEÑOR. Mas Saúl decía en sí: No será mi mano contra él, mas la mano de los filisteos será contra él
18
Y David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para ser yerno del rey
19
Y venido el tiempo en que Merab, hija de Saúl, se había de dar a David, fue dada por mujer a Adriel meholatita
20
Mas Mical la otra hija de Saúl amaba a David; y fue dicho a Saúl, lo cual agradó en sus ojos
21
Y Saúl dijo en sí: Yo se la daré, para que le sea por lazo, y para que la mano de los filisteos sea contra él. Dijo, pues, Saúl a David: Con la otra serás mi yerno hoy
22
Y mandó Saúl a sus criados: Hablad en secreto a David, diciéndole: He aquí, el rey te ama, y todos sus criados te quieren bien; sé, pues, yerno del rey
23
Y los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima
24
Y los criados de Saúl le dieron la respuesta diciendo: Tales palabras ha dicho David
25
Y Saúl dijo: Decid así a David: No está el contentamiento del rey en la dote, sino en cien prepucios de filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Mas Saúl pensaba echar a David en manos de los filisteos
26
Y cuando sus criados declararon a David estas palabras, agradó la cosa en los ojos de David, para ser yerno del rey. Y como el plazo no era aún cumplido
27
se levantó David, y partió con sus varones, e hirió doscientos hombres de los filisteos; y trajo David los prepucios de ellos, y los entregaron todos al rey, para que él fuera hecho yerno del rey. Y Saúl le dio a su hija Mical por mujer