17
Y David mi padre tuvo en el corazón edificar Casa al nombre del SEÑOR Dios de Israel.
18
Mas el SEÑOR dijo a David mi padre: En cuanto a haber tú tenido en el corazón edificar casa a mi nombre, bien has hecho en tener tal voluntad;
19
pero tú no edificarás la Casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará Casa a mi nombre.
20
Y el SEÑOR ha hecho firme su palabra que había dicho; que me he levantado yo en lugar de David mi padre, y heme sentado en el trono de Israel, como el SEÑOR había dicho, y he edificado la Casa al nombre del SEÑOR Dios de Israel.
21
Y he puesto en ella lugar para el arca, en la cual está el pacto del SEÑOR, que él hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto.
22
Y se puso Salomón delante del altar del SEÑOR, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo,
23
dijo: SEÑOR Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti de todo su corazón;
24
que has guardado a tu siervo David mi padre lo que le dijiste; lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como lo muestra este día.
25
Ahora pues, el SEÑOR Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No faltará varón de ti delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino, que anden delante de mí como tú has andado delante de mí.
26
Ahora pues, oh Dios de Israel, que sea firme tu palabra que dijiste a tu siervo David mi padre.
27
¿Es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta Casa que yo he edificado?