33
Viendo entonces los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él.
34
Mas un varón disparando su arco en su perfección, hirió al rey de Israel por entre las junturas y las corazas; por lo que dijo él a su carretero: Da la vuelta, y sácame del campo, que estoy herido.
35
La batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la sangre de la herida corría por el seno del carro.
36
Y a la puesta del sol salió un pregón por el campo, diciendo: ¡Cada uno a su ciudad, y cada cual a su tierra!
37
Murió, pues, el rey, y fue traído a Samaria; y sepultaron al rey en Samaria.
38
Y lavaron el carro en el estanque de Samaria; lavaron también sus armas; y los perros lamieron su sangre, conforme a la palabra del SEÑOR que había hablado.
39
Lo demás de los hechos de Acab, y todas las cosas que hizo, y la casa de marfil que edificó, y todas las ciudades que edificó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
40
Y durmió Acab con sus padres, y reinó en su lugar Ocozías su hijo.
41
Y Josafat hijo de Asa comenzó a reinar sobre Judá en el cuarto año de Acab rey de Israel.
42
Y era Josafat de treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba hija de Silhi.
43
Y anduvo en todo el camino de Asa su padre, sin declinar de él, haciendo lo recto en los ojos del SEÑOR. Con todo eso, los altos no fueron quitados; porque aún el pueblo sacrificaba, y quemaba incienso en los altos.