9
Y díjoles: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos á este pueblo, que me ha hablado, diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?
10
Entonces los mancebos que se habían criado con él, le respondieron, diciendo: Así hablarás á este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo; mas tú disminúyenos algo: así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre.
11
Ahora pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré á vuestro yugo; mi padre os hirió con azotes, mas yo os heriré con escorpiones.
12
Y al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo á Roboam; según el rey lo había mandado, diciendo: Volved á mí al tercer día.
13
Y el rey respondió al pueblo duramente, dejado el consejo de los ancianos que ellos le habían dado;
14
Y hablóles conforme al consejo de los mancebos, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré á vuestro yugo; mi padre os hirió con azotes, mas yo os heriré con escorpiones.
15
Y no oyó el rey al pueblo; porque era ordenación de Jehová, para confirmar su palabra, que Jehová había hablado por medio de Ahías Silonita á Jeroboam hijo de Nabat.
16
Y cuando todo el pueblo vió que el rey no les había oído, respondióle estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, á tus estancias! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fué á sus estancias.
17
Mas reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá.
18
Y el rey Roboam envió á Adoram, que estaba sobre los tributos; pero apedreóle todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se esforzó á subir en un carro, y huir á Jerusalem.
19
Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.
20
Y aconteció, que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron y llamáronle á la congregación, é hiciéronle rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino sólo la tribu de Judá.
21
Y como Roboam vino á Jerusalem, juntó toda la casa de Judá y la tribu de Benjamín, ciento y ochenta mil hombres escogidos de guerra, para hacer guerra á la casa de Israel, y reducir el reino á Roboam hijo de Salomón.
22
Mas fué palabra de Jehová á Semeías varón de Dios, diciendo:
23
Habla á Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y á toda la casa de Judá y de Benjamín, y á los demás del pueblo, diciendo:
24
Así ha dicho Jehová: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno á su casa; porque este negocio yo lo he hecho. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volviéronse, y fuéronse, conforme á la palabra de Jehová.
25
Y reedificó Jeroboam á Sichêm en el monte de Ephraim, y habitó en ella; y saliendo de allí, reedificó á Penuel.
26
Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino á la casa de David,
27
Si este pueblo subiere á sacrificar á la casa de Jehová en Jerusalem: porque el corazón de este pueblo se convertirá á su señor Roboam rey de Judá, y me matarán á mí, y se tornarán á Roboam rey de Judá.
28
Y habido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Harto habéis subido á Jerusalem: he aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto.
29
Y puso el uno en Beth-el, y el otro puso en Dan.