3
si empero habéis gustado que el Señor es benigno
4
al cual allegándoos (que es la Piedra viva, reprobada ciertamente de los hombres, pero elegida de Dios, preciosa)
5
vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús el Cristo
6
Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal Piedra de la esquina, escogida, preciosa: Y el que creyere en ella, no será confundido
7
Es pues honor a vosotros que creéis; mas para los desobedientes: La Piedra que los edificadores reprobaron, ésta fue hecha la cabeza de la esquina
8
Y: Piedra de tropiezo, y piedra de escándalo, a aquellos que tropiezan en la Palabra, y no obedecen aquello para lo cual fueron ordenados
9
Mas vosotros sois el linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que mostréis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable
10
Vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia, mas ahora habéis ya alcanzado misericordia
11
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma
12
y tened vuestra conversación honesta entre los gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, siendo testigos de sus buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, estimándoos
13
Por esto estad sujetos a toda ordenación humana que sea del Señor, ya sea a rey, como a superior
14
y a los gobernadores, como de él enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien
15
Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres vanos
16
como estando en libertad, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios
17
Honrad a todos. Amad la fraternidad. Temed a Dios. Honrad al rey
18
Vosotros siervos, estad sujetos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y humanos, sino también a los injustos
19
Porque esto es debido a la gracia, si alguno a causa de la conciencia que tiene delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente
20
Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? Mas si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es debido a la gracia de Dios
21
Porque para esto sois llamados; pues que también el Cristo fue afligido por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas
22
el cual no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca
23
quien cuando le maldecían no retornaba maldición, y cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente