1
DEJANDO pues toda malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y todas las detracciones,
2
Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud:
3
Si empero habéis gustado que el Señor es benigno;
4
Al cual allegándoos, piedra viva, reprobada cierto de los hombres, empero elegida de Dios, preciosa,
5
Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados una casa espitirual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables á Dios por Jesucristo.
6
Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en ella, no será confundido.