1
MIRAD cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce á él.
2
Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él apareciere, seremos semejantes á él, porque le veremos como él es.
3
Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
4
Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.
5
Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.
6
Cualquiera que permanece en él, no peca; cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.