16
Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de cilicio, cayeron sobre sus rostros.
17
Y David dijo a Dios: ¿No soy yo el que ordenó enumerar al pueblo? Ciertamente yo soy el que ha pecado y obrado muy perversamente, pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh SEÑOR, Dios mío, te ruego que tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra tu pueblo, para que no haya plaga entre ellos.
18
Luego el ángel del SEÑOR ordenó a Gad que dijera a David que subiera y edificara un altar al SEÑOR en la era de Ornán jebuseo.
19
David subió según la palabra que Gad había hablado en nombre del SEÑOR.
20
Y volviéndose Ornán, vio al ángel, y sus cuatro hijos que estaban con él se escondieron. Y Ornán estaba trillando trigo.
21
Y cuando David llegó junto a Ornán, éste miró, y al ver a David, salió de la era y se postró ante David rostro en tierra.
22
Entonces David dijo a Ornán: Dame el lugar de esta era, para que edifique en él un altar al SEÑOR; me lo darás por su justo precio, para que se retire la plaga del pueblo.
23
Y Ornán dijo a David: Tómalo para ti, y que mi señor el rey haga lo que sea bueno ante sus ojos. Mira, daré los bueyes para holocaustos y los trillos para leña y el trigo para la ofrenda de cereal; lo daré todo.
24
Pero el rey David dijo a Ornán: No, sino que ciertamente lo compraré por su justo precio; porque no tomaré para el SEÑOR lo que es tuyo, ni ofreceré un holocausto que no me cueste nada.
25
Y David dio a Ornán el peso de seiscientos siclos de oro por el lugar.
26
Entonces David edificó allí un altar al SEÑOR, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. E invocó al SEÑOR, y El le respondió con fuego del cielo sobre el altar del holocausto.
27
Y el SEÑOR ordenó al ángel, y éste volvió su espada a la vaina.
28
En aquel tiempo, viendo David que el SEÑOR le había respondido en la era de Ornán jebuseo, ofreció sacrificio allí;
29
porque el tabernáculo del SEÑOR que Moisés había hecho en el desierto y el altar del holocausto estaban en aquel tiempo en el lugar alto en Gabaón.
30
Pero David no pudo ir allá, delante de él, para consultar a Dios, porque estaba aterrado a causa de la espada del ángel del SEÑOR.