8
David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos y liras, con arpas, panderos, con címbalos y trompetas.
9
Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano para sostener el arca, porque los bueyes casi la volcaron.
10
Y se encendió la ira del SEÑOR contra Uza, y lo hirió porque había extendido su mano al arca; y allí murió delante de Dios.
11
Entonces David se enojó porque el SEÑOR había estallado en ira contra Uza; y llamó aquel lugar Pérez-uza hasta el día de hoy.
12
David tuvo temor a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo puedo traer a mí el arca de Dios?
13
Así que David no llevó consigo el arca a la ciudad de David, sino que la hizo llevar a la casa de Obed-edom geteo.
14
Así que el arca de Dios permaneció con la familia de Obed-edom, en su casa tres meses; y bendijo el SEÑOR a la familia de Obed-edom y todo lo que tenía.