2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos.
3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y trajéronlos á Aarón:
4 El cual los tomó de las manos de ellos, y formólo con buril, é hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.
5 Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta á Jehová.
6 Y el día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron pacíficos: y sentóse el pueblo á comer y á beber, y levantáronse á regocijarse.
7 Entonces Jehová dijo á Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de tierra de Egipto se ha corrompido:
8 Presto se han apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y han sacrificado á él, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.
9 Dijo más Jehová á Moisés: Yo he visto á este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz:
10 Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma: y á ti yo te pondré sobre gran gente.
11 Entonces Moisés oró á la faz de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte?
12 ¿Por qué han de hablar los Egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la haz de la tierra? Vuélvete del furor de tu ira, y arrepiéntete del mal de tu pueblo.
13 Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, á los cuales has jurado por ti mismo, y dícholes: Yo multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo; y daré á vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y la tomarán por heredad para siempre.
14 Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer á su pueblo.
15 Y volvióse Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de una parte y de otra estaban escritas.
16 Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.
17 Y oyendo Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo á Moisés: Alarido de pelea hay en el campo.
18 Y él respondió: No es eco de algazara de fuertes, ni eco de alaridos de flacos: algazara de cantar oigo yo.
19 Y aconteció, que como llegó él al campo, y vió el becerro y las danzas, enardeciósele la ira á Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y quebrólas al pie del monte.
20 Y tomó el becerro que habían hecho, y quemólo en el fuego, y moliólo hasta reducirlo á polvo, que esparció sobre las aguas, y diólo á beber á los hijos de Israel.
21 Y dijo Moisés á Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado?
22 Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces el pueblo, que es inclinado á mal.
23 Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que á este Moisés, el varón que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido.
24 Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y diéronmelo, y echélo en el fuego, y salió este becerro.
25 Y viendo Moisés que el pueblo estaba despojado, porque Aarón lo había despojado para vergüenza entre sus enemigos,
26 Púsose Moisés á la puerta del real, y dijo: ¿Quién es de Jehová? júntese conmigo. Y juntáronse con él todos los hijos de Leví.
27 Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta á puerta por el campo, y matad cada uno á su hermano, y á su amigo, y á su pariente.
28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.
29 Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado á Jehová, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que dé él hoy bendición sobre vosotros.
30 Y aconteció que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado: mas yo subiré ahora á Jehová; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado.
31 Entonces volvió Moisés á Jehová, y dijo: Ruégote, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro,
32 Que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Éxodo 32:2 Y Aarón les dijo: Quitad los pendientes de oro de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.

English Standard Version ESV

Exodus 32:2 So Aaron said to them, "Take off the rings of gold that are in the ears of your wives, your sons, and your daughters, and bring them to me."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Éxodo 32:2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos

King James Version KJV

Exodus 32:2 And Aaron said unto them, Break off the golden earrings, which are in the ears of your wives, of your sons, and of your daughters, and bring them unto me.

New King James Version NKJV

Exodus 32:2 And Aaron said to them, "Break off the golden earrings which are in the ears of your wives, your sons, and your daughters, and bring them to me."

Nueva Traducción Viviente NTV

Éxodo 32:2 Aarón les respondió:
—Quítenles a sus esposas, hijos e hijas los aretes de oro que llevan en las orejas y tráiganmelos.

Nueva Versión Internacional NVI

Éxodo 32:2 Aarón les respondió:—Quítenles a sus mujeres los aretes de oro, y también a sus hijos e hijas, y tráiganmelos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Éxodo 32:2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos.

Herramientas de Estudio para Éxodo 32:2-32