22
Habló más el SEÑOR a Moisés, diciendo:
23
Y tú has de tomar de las principales especias; de mirra excelente quinientos siclos , y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, y de cálamo aromático doscientos cincuenta,
24
y de casia quinientos, al peso del santuario, y de aceite de olivas un hin;
25
y harás de ello el aceite de la santa unción, superior ungüento, obra de perfumador, el cual será el aceite de la santa unción.
26
Con él ungirás el tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio,
27
y la mesa, y todos sus vasos, y el candelero, y todos sus vasos, y el altar del incienso,
28
y el altar del holocausto, todos sus vasos, y la fuente y su basa.
29
Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado.
30
Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los santificarás para que sean mis sacerdotes.
31
Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras edades.
32
Sobre carne de hombre no será untado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición, santo es; por santo habéis de tenerlo vosotros.
33
Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de su pueblo.
34
Dijo aún El SEÑOR a Moisés: Tómate aromas, estacte y uña olorosa y gálbano aromático e incienso limpio; de todo en igual peso.
35
Y harás de ello una confección aromática de obra de perfumador, bien mezclada, pura y santa;
36
y molerás alguna de ella pulverizándola, y la pondrás delante del testimonio en el tabernáculo del testimonio, donde yo te testificaré de mí. Os será cosa santísima.
37
Como la confección que harás, no os haréis otra según su composición: santidad te será para el SEÑOR.
38
Cualquiera que hiciere otra como ella para olerla, será cortado de su pueblo.