19
y se levanta y anda afuera con su bastón, el que lo hirió será absuelto; sólo pagará por su tiempo perdido, y lo cuidará hasta que esté completamente curado.
20
Si alguno hiere a su siervo o a su sierva con una vara, y muere bajo su mano, será castigado.
21
Sin embargo, si sobrevive uno o dos días, no se tomará venganza, porque es propiedad suya.
22
Y si algunos hombres luchan entre sí y golpean a una mujer encinta, y ella aborta, sin haber otro daño, ciertamente el culpable será multado según lo que el esposo de la mujer demande de él; y pagará según lo que los jueces decidan.
23
Pero si hubiera algún otro daño, entonces pondrás como castigo, vida por vida,
24
ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
25
quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
26
Si alguno hiere el ojo de su siervo o de su sierva y se lo inutiliza, lo dejará ir libre a causa del ojo.
27
Y si hace saltar un diente a su siervo o a su sierva, lo dejará ir libre a causa del diente.
28
Y si un buey acornea a un hombre o a una mujer, y le causa la muerte, ciertamente el buey será apedreado y su carne no se comerá; pero el dueño del buey no será castigado.
29
Sin embargo, si el buey tenía desde antes el hábito de acornear, y su dueño había sido advertido, pero no lo había encerrado, y mata a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado, y su dueño también morirá.
30
Si se le impone precio de rescate, entonces dará por la redención de su vida lo que se demande de él.
31
Si acornea a un hijo o a una hija, será enjuiciado según la misma ley.
32
Si el buey acornea a un siervo o a una sierva, el dueño dará a su amo treinta siclos de plata, y el buey será apedreado.
33
Si alguno destapa un pozo, o cava un pozo y no lo cubre, y cae en él un buey o un asno,
34
el dueño del pozo hará restitución; dará dinero a su dueño, y el animal muerto será suyo.
35
Y si el buey de alguno hiere al buey de otro y le causa la muerte, entonces venderán el buey vivo y se dividirán el dinero, y se dividirán también el buey muerto.
36
Pero si sabía que el buey tenía desde antes el hábito de acornear y su dueño no lo había encerrado, ciertamente pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.