7
Han llegado los días del castigo, han llegado los días de la retribución; ¡que lo sepa Israel! Un insensato es el profeta, un loco el hombre inspirado, a causa de la magnitud de tu culpa, y por tu mucha hostilidad.
8
Vigía con mi Dios era Efraín, un profeta; sin embargo el lazo de cazador está en todos sus caminos, y en la casa de su Dios hay sólo hostilidad.
9
Se han corrompido profundamente como en los días de Guibeá; El se acordará de su iniquidad, castigará sus pecados.
10
Como uvas en el desierto hallé a Israel; como las primicias de la higuera en su primera cosecha vi a vuestros padres. Pero fueron a Baal-peor y se consagraron a la verguenza , y se hicieron tan abominables como lo que amaban.
11
Como un ave volará de Efraín su gloria: no habrá nacimiento, ni embarazo, ni concepción.
12
Aunque críen a sus hijos, se los quitaré hasta que no quede hombre alguno. Sí, ¡ay de ellos también cuando de ellos me aparte!
13
Efraín, según he visto, está como Tiro, plantado en pradera hermosa; pero Efraín sacará a sus hijos al verdugo.
14
Dales, oh SEÑOR, ¿qué les darás? Dales matriz que aborte y pechos secos.
15
Toda su maldad está en Gilgal; allí, pues, los aborrecí. Por la maldad de sus hechos los expulsaré de mi casa, no los amaré más; todos sus príncipes son rebeldes.
16
Efraín está herido, su raíz está seca; no darán más fruto. Aunque den a luz, yo mataré el fruto de su vientre.
17
Mi Dios los desechará porque no le han escuchado, y andarán errantes entre las naciones.