10
El SEÑOR no se deleita en los bríos del caballo,ni se complace en la fuerza del hombre,
11
sino que se complace en los que le temen,en los que confían en su gran amor.
12
Alaba al SEÑOR, Jerusalén;alaba a tu Dios, oh Sión.
13
Él refuerza los cerrojos de tus puertasy bendice a los que en ti habitan.
14
Él trae la paz a tus fronterasy te sacia con lo mejor del trigo.
15
Envía su palabra a la tierra;su palabra corre a toda prisa.
16
Extiende la nieve cual blanco manto,esparce la escarcha cual ceniza.
17
Deja caer el granizo como grava;¿quién puede resistir sus ventiscas?
18
Pero envía su palabra y lo derrite;hace que el viento sople, y las aguas fluyen.
19
A Jacob le ha revelado su palabra;sus leyes y decretos a Israel.
20
Esto no lo ha hecho con ninguna otra nación;jamás han conocido ellas sus decretos.¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!