1
El hombre proponey Dios dispone.
2
A cada uno le parece correcto su proceder,pero el SEÑOR juzga los motivos.
3
Pon en manos del SEÑOR todas tus obras,y tus proyectos se cumplirán.
4
Toda obra del SEÑOR tiene un propósito;¡hasta el malvado fue hecho para el día del desastre!
5
El SEÑOR aborrece a los arrogantes.Una cosa es segura: no quedarán impunes.
6
Con amor y verdad se perdona el pecado,y con temor del SEÑOR se evita el mal.
7
Cuando el SEÑOR aprueba la conducta de un hombre,hasta con sus enemigos lo reconcilia.
8
Más vale tener poco con justiciaque ganar mucho con injusticia.
9
El corazón del hombre traza su rumbo,pero sus pasos los dirige el SEÑOR.
10
La sentencia está en labios del rey;en el veredicto que emite no hay error.
11
Las pesas y las balanzas justas son del SEÑOR;todas las medidas son hechura suya.
12
El rey detesta las malas acciones,porque el trono se afirma en la justicia.
13
El rey se complace en los labios honestos;aprecia a quien habla con la verdad.
14
La ira del rey es presagio de muerte,pero el sabio sabe apaciguarla.
15
El rostro radiante del rey es signo de vida;su favor es como lluvia en primavera.
16
Más vale adquirir sabiduría que oro;más vale adquirir inteligencia que plata.
17
El camino del hombre recto evita el mal;el que quiere salvar su vida, se fija por dónde va.
18
Al orgullo le sigue la destrucción;a la altanería, el fracaso.
19
Vale más humillarse con los oprimidosque compartir el botín con los orgullosos.
20
El que atiende a la palabra, prospera.¡Dichoso el que confía en el SEÑOR!
21
Al sabio de corazón se le llama inteligente;los labios convincentes promueven el saber.
22
Fuente de vida es la prudencia para quien la posee;el castigo de los necios es su propia necedad.
23
El sabio de corazón controla su boca;con sus labios promueve el saber.